Poco se conoce acerca de los primeros años de Magritte.
Nació en Lessines, provincia de Hainaut, en 1898.
Comenzó sus lecciones de dibujo en 1910. El 12 de marzo de
1912 su madre se suicidó ahogándose en el río Sambre. Éste no fue su primer
intento, pues llevaba años intentando quitarse la vida, obligando a su esposo
Léopold a encerrarla en su dormitorio. Un día ella escapó y estuvo perdida por
días. Más tarde fue descubierta, muerta, río abajo. De acuerdo a la leyenda,
Magritte, que entonces tenía 13 años, estaba presente cuando el cuerpo fue
recuperado del agua, pero recientes investigaciones han desacreditado tal
historia. La imagen de su madre flotando, su vestido oscureciendo su cara,
puede haber influenciado una serie de pinturas de 1927 a 1928, incluyendo Les
Amants, pero a Magritte le disgustaba esta explicación.
A partir de 1926 el estilo de
Magritte, también llamado "realismo mágico", cambia poco; entre 1928
y 1930 investiga las ambiguas relaciones entre palabras, imágenes y los objetos
que éstas denotan. En La perfidia de las imágenes retrata meticulosamente una pipa, y debajo,
con igual precisión, pone la leyenda “Ceci n'est pas une pipe” (Esto no es una
pipa), cuestionando la realidad pictórica.
El espejo falso (1928) explora la
misma idea: el ojo, como un falso espejo, reflejando las nubes blancas y el
cielo azul pintados de forma realista; en este cuadro introduce el tema del
paisaje ilusionista, interpretado en clave pictórica, alejado de toda intención
naturalista. Magritte explora en toda su obra el problema del espacio real
frente a la ilusión espacial, que es el trasunto de la pintura misma. Desde el
punto de vista psicoanalítico, el espejo representa la confusión de identidad
del falso yo. Esta confusión se da en el espectador en el momento de contemplar
la obra, al no saber si "está viendo un reflejo del cielo o si mira el
cielo a través del ojo" o "si el ojo del cuadro nos mira a nosotros o
al cielo"
En 1933 hace una exposición
individual en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas y en 1936 su primera
individual en Estados Unidos en la galería Julien Levy de Nueva York.
En ese mismo año su obra está
presente en Arte fantástico, Dadá, Surrealismo en el Museo de Arte Moderno de
Nueva York.
En los años cuarenta la obra de
Magritte adopta una paleta y una pincelada impresionistas y en 1947-1948
desarrolla sus cuadros llamados fauvistas.
La respuesta de la crítica es, en
general, hostil hacia estas obras, y Magritte vuelve a su acostumbrado estilo.
Son característicos de los años cincuenta los cuadros en los que tanto figuras
interiores como paisajes y objetos aparecen convertidos en roca.
A lo largo de los años cuarenta expone asiduamente en la
galería Dietrich de Bruselas.
En los dos decenios sucesivos recibe numerosos encargos para
la ejecución de pinturas murales en Bélgica.
Desde 1953 expone frecuentemente en la galería Alexander
Iolas de Nueva York, París y Ginebra. Se organizan retrospectivas sobre su obra
en 1954 en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, y en 1960 en el Museo de
Arte Contemporáneo de Dallas y en el Museo de Bellas Artes de Houston.
Viaja por primera vez a Estados Unidos en 1965, con motivo
de una retrospectiva que el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedica.
Durante el año siguiente viaja a Israel.
Muere en Bruselas el 15 de agosto de 1967, pocos días
después de la inauguración de una importante muestra de su obra en el Museo
Boymans Van Beuningen de Róterdam.
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