lunes, 26 de marzo de 2012

La gran importancia de Sofonisba Anguissola para la integración de la mujer en el arte.

En las obras más universales y exaltadas nos encontramos con representaciones femeninas: El busto de Nefertiti, La venus de Milo, La Gioconda, Las majas de Goya y hasta las Meninas. Incluso las primeras tallas prehistóricas las Venus de sexo y vientre abultado eran representaciones de mujeres. Claramente la figura de la mujer ha sido objeto de arte, se les pintó y esculpió hasta la saciedad. Pero tardaron mucho en darse a conocer. Fue hasta que la italiana Sofonisba Anguissola consiguió ser registrada como pintora de la corte española de Felipe II, es la primera mujer artista que se registró en la historia de Occidente, como sujeto y no como objeto de la obra de arte. Es una de las figuras femeninas mas representativa del arte renacentista.
Nació en Cremona, Italia, donde comenzó a estudiar en su pasión empujada por su padre junto con su hermana y más tarde consiguió seguir estudiando con el pintor Bernardino Gatti, al estudiar con artistas hizo que las mujeres fueran aceptadas como estudiantes de arte. En 1554 viajó a Roma donde conoció a el gran Miguel Ángel, el cual reconoció su talento y al parecer, incluso, el autor compartía bocetos con ella, supervisaba su trabajo, lo que tuvo que ser un honor casi inimaginable para la joven artista. Con él siguió estudiando dos años más.
A pesar de su éxito y halagos no le fue nada fácil, ya que su clase social no le permitía ir mas allá de los límites impuestos para su sexo. Entre otras cosas no le fue posible estudiar anatomía, ya que era un escándalo que una mujer estudiara el cuerpo desnudo de su sexo opuesto. Continuó trabajando con autorretratos y retratos de su familia. Pero más tarde viaja a Milán donde le hará un retrato al Duque de Alba, y por recomendación del mismo consiguió trabajar en la corte española de Felipe II, un gran logro para ella y para lo que repercutió a las demás mujeres artistas de la época. Durante este tiempo trabajó con Alonso Sanchez Coello. Este hecho hizo que cuadros de la artista se le atribuyeran a él, como el retrato de Felipe II, que años más tarde tras estudiarlo se descubrió que pertenecía a la pintora.
Al viajar nuevamente a Italia montó su propio para continuar pintando y la visitaban grandes autores como Antón Van dyck, el cual hizo varios retratos suyos.
Claramente fue una artista clave en el avance de la mujer, pasito a pasito en el mundo del arte. Fue -quizás- la primera pintora de su época, muy conocida, distinguida y respetada en su larga vida, incluso por los grandes pintores, como Miguel Ángel, Tiziano o Van Dyc, y eso la hace increíblemente digna de admirar en este blog.

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