Salvador Dalí. |
En los comienzos del artista, el surrealismo todavía no había llamado a las puertas de su mente con lo que comenzó trabajando en diferentes estilos. El impresionismo fue abriéndole poco a poco las puertas de su estilo. El ideal femenino que reflejaban sus pinturas se veía en los retratos de su familia de carácter impresionista en donde había una gran representación fidedigna de la figura femenina. La mujer en esta época es muy transparente, ya que es un fiel reflejo de los personajes. No hay ningún tipo de modificación puesto que lo que busca es la representación de lo que ve él, sin ningún tipo de ideal o canon que le conduzca a modificar los retratos puesto que lo que le interesaba era conservar esa belleza innata que poseen las mujeres retratadas (como podemos observar en el retrato de Anna María o en el de su madre).
Sombrero en forma de zapato. |
Una de las explicaciones de por qué la figura femenina es tan importante en las obras de Salvador Dalí, es el amor. A partir del encuentro con Gala, quién sería su esposa, la mujer pasaría a ser una gran musa protagonista de sus obras junto a su carácter megalómano y narcisista puesto que él también tomaría un gran protagonismo en sus obras.
La figura femenina fue tan importante para Dalí que no sólo ilustró obras con mujeres, sino que diseñó joyas (como unos labios) y esculturas (Venus de Milo con cajones) basadas en este sexo.
Leda atómica. 1949. |
Dalí, durante toda su carrera artística, supo como representar a mujeres corrientes convirtiéndolas en verdaderas obras de arte gracias a la sencillez y talento que poseía el genio.
«La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco».
No hay comentarios:
Publicar un comentario